HE AQUÍ OTRO
CUENTO FANTÁSTICO
SOBRE LA PRINCESA
QUE NO TENÍA A UN PRÍNCIPE
AL LADO PORQUE EN REALIDAD
NO LO NECESITA
Jamás me pregunté por qué no había un príncipe a mi lado, creí que las cosas debían de ser así porque dentro del autoservicio ninguna otra de las pastas tenía un príncipe que acompañara a la princesa, de hecho ni siquiera tenían una. Cuando supe esto me tranquilicé y al mismo tiempo me asusté porque ser la única princesa del autoservicio me hacía sentir segura y tranquila pero al mismo tiempo no entendía por qué yo era la única. En el pasillo de salchichonería siempre se escuchaban murmullos entre el jamón de pavo, las salchichas cocteleras y el queso Oaxaca, los chismes sobre mi abundaban: “alucina que es una princesa”, “ jamás encontrará a un príncipe”, “las demás letras deberían decírselo, no es una de ellas” etcétera; es cierto no soy ni la A, ni la E, es más, no parezco de pasta pero aún así ellas me eligieron como su princesa creo que fue porque tengo paciencia, las sé escuchar, jugamos a formar palabras y pronto les enseñaré un nuevo juego que se me ocurrió lo llamo formar oraciones, yo no sé cómo o dónde aprendí a hacerlo sólo lo sé.
CONTINUARÁ...
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